La decisión del actual Gobierno de incorporar al proceso de desarrollo regional un Plan Especial para Zonas Extremas, adicional a la inversión regional y sectorial, y por un monto global estimado superior a los 300 millones de dólares, expresa una voluntad política que tiene dos fundamentos estratégicos: un propósito descentralizador (susceptible de tensionar el sistema de inversiones públicas y de gestión regional de gobierno y administración) y una mirada geopolítica al territorio objeto y sujeto del Plan.
Cada uno de los 25 proyectos que componen la cartera de inversión del Plan especial de Desarrollo de Zonas Extremas para Magallanes (PEDZE), podría ser leído desde una perspectiva geopolítica, es decir, de la relación existente entre los actores del desarrollo y los espacios y territorios en los que dicho desarrollo se produce y tiene lugar.
LOS COMPONENTES GEOPOLÍTICOS DE LA DESCENTRALIZACIÓN.
Más aún, la finalidad descentralizadora del conjunto del Plan, puede analizarse desde una óptica geopolítica.
Las numerosas iniciativas como, por ejemplo, las que beneficiarán en materia de habitabilidad, energía e infraestructura en Puerto Williams, Puerto Edén, Natales y Porvenir, responden a la necesidad de favorecer el asentamiento, la radicación, la mejor calidad de vida y el fomento productivo en dichas localidades, del mismo modo como los proyectos de infraestructura vial en Tierra del Fuego y Ultima Esperanza, tienden a fortalecer la conectividad de puntos poblados y centros productivos.
El eje conceptual geopolítico del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas es la perspectiva de la conectividad, es decir, la noción que la expansión de los espacios y puntos conectados entre sí en los territorios, densifica la malla de caminos y rutas y amplifican las posibilidades de facilitar los flujos de inversión, las corrientes migratorias y las condiciones de vida sustentables para los habitantes y las comunidades. En esa perspectiva, el proyecto de construcción de la conectividad digital via fibra optica por territorio nacional, cumple una finalidad estructurante de gran potencialidad geopolítica y geoeconómica.
Se logra al mismo tiempo una disminución de la dependencia territorial externa para las conexiones de internet. y al mismo tiempo se expande la red de conexiones al interior del territorio regional, alcanzando las comunas que hoy aparecen desconectadas o insuficientemente conectadas a las tecnologías TIC.
La ruralidad magallánica se verá beneficiada por el acceso a las redes digitales.
GEOPOLÍTICA, DESARROLLO TERRITORIAL Y DESARROLLO MARÍTIMO.
Magallanes tiene al mismo tiempo, una vocación geográfica marítima, oceánica y antártica.
Podría incluso afirmarse que esta región austral es la región más marítima de todo el territorio nacional: es la única región bioceánica de Chile, con los principales pasos interoceánicos y con la mayor proximidad de los territorios antárticos. Por lo tanto, las exigencias de conectividad de Magallanes en el siglo XXI, para poder alcanzar el desarrollo, se asocian estrechamente a las plataformas digitales, y a la disponibilidad de rutas, puertos y aeropuertos modernos y eficientes.
En síntesis, la geopolítica de Magallanes implica necesariamente una interrelación estrecha entre desarrollo marítimo y desarrollo territorial, tal como sucedió en la época pionera de esta región (1870-1950), cuando la expansión de una economía ganadera de exportación se asoció estrechamente a la creación de nuevos puertos y a la construcción de una amplia red de caminos desden los centros productivos hacia las ciudades cabeceras del territorio.
Por lo tanto, la cartera de proyectos del Plan destinados a fortalecer y mejorar la infraestructura aeroportuaria y, sobre todo, portuaria en la región (Puerto Natales, Puerto Williams y Punta Arenas) contiene implicancias de orden geopolítico de gran impacto futuro. La dársena proyectada en Puerto Mardones de Punta Arenas, así como la infraestructura portuaria en Puerto Natales y Puerto Williams, se inscriben en la lógica territorial de expandir las capacidades de carga y de recalada, en una perspectiva de fortalecer la condición marítima de la región.
Sin perjuicio de su doble vocación, la futura dársena del Puerto Mardones puede generar sinergias de movilización de carga y recalada de buques, que potencien la vocación logística, antártica y científica de Punta Arenas en el estrecho de Magallanes y favorecer la conectividad marítima de Punta Arenas con los demás puertos de Magallanes, la Patagonia argentina y el resto del mundo. Debe valorizarse que este proyecto, representa ademas una experiencia de gestión conjunta entre ASMAR Magallanes (el astillero más austral del mundo) y la Empresa Portuaria Austral.
Cuando el PLan de Zonas Extremas esté completamente ejecutado, la imagen territorial de Magallanes habrá cambiado, y las ciudades de Puerto Williams, Puerto Natales, Porvenir y Punta Arenas, los polos principales de desarrollo territorial de Magallanes, estarán más y mejor conectados por vía marítima, aérea y terrestre, entre sí y con el resto del país y del mundo.
Manuel Luis Rodríguez U.